domingo, 17 de noviembre de 2013

Pesadilla hecha realidad

Me ha mandado mi hija el enlace a un video que es probable que conozcáis, pues ya tiene muchas visitas. Es toda una lección de María Joao Pires al comienzo de un concierto (o quizás sea un ensayo con público). En el momento en que la orquesta Concertgebouw, al mando de Ricardo Chailly, acaricia los primeros compases del KV 466 en Re menor de Mozart, ella se da cuenta de que no es el que trae preparado. Lejos de detener la música y tras una breve negociación (el director sonriente y confiado, y ella con unas caras que no tienen descripción y es mejor verlas), la Pires comienza a tocar con un sonido impresionante y su pulsación característica.
¿Somos capaces de ponernos en su lugar? La respuesta debería ser afirmativa pero mucho me temo que todos habríamos entrado en pánico, nos habríamos levantado a pedir al director que frenase en seco, habríamos culpado al sursuncorda y, lo más probable, en vez de intentar adaptarnos habríamos exigido que fuese la orquesta la que cambiase los papeles. Me apuesto lo que queráis.
Para mí, la actitud adoptada por la idolatrada pianista es todo un acto de valentía, de pundonor, de responsabilidad y de grandeza. Chailly comenta en el video cómo parecía que ella había recibido una descarga eléctrica. ¿Imagináis el chutazo de adrenalina? Justo en ese momento es cuando la cabeza, tras el susto inicial, tras la impresión, realiza un escaneo frenético buscando el asidero al que hay que agarrarse.
Está claro que hablamos de un referente en cuanto a Mozart, pero eso de recomponerse en cuestión de segundos no es cualquier cosa. El año pasado dediqué una entrada a las pesadillas musicales, que nos alegran el sueño con una serie de situaciones difíciles e imposibles con un realismo tal que el corazón se acelera igual que si estuviésemos en la cama con la niña del Exorcista. Pero eran eso, pesadillas. Esto sí es real.
La lección que podríamos sacar de esta situación es muy sencilla: realmente todos seríamos capaces de hacerlo si nuestra cabeza estuviese lo suficientemente bien amueblada y no roída por la carcoma. Si desde el comienzo nos infundieran ánimo, seguridad y soltura, estaríamos preparados para esto y mucho más. Lo sé por experiencia propia. He vivido casos parecidos y no he tenido más remedio que confiar en mis posibilidades. Una de ellas, por ejemplo, consistió en tocar una pieza más, sobre la marcha, para una grabación de televisión porque faltaban cinco minutos para completar el programa (por un error de cálculo de la productora). Estamos en lo mismo: era la Danza Ritual del Fuego, de Manuel de Falla, que tenía trillada, pero que llevaba sin tocar mucho tiempo. Negarme habría sido fácil pues no era mi responsabilidad, pero también me recompuse del susto, apreté los dientes y recibí un monumental aplauso de todos los que en ese momento participaban en la grabación.
Todos hemos tocado de memoria y de principio a fin muchas obras, pasados meses y años, pero solitos y en nuestra casa. El problema viene cuando hay público, cuando alguien nos puede juzgar por un lapsus, cuando reaparecen los fantasmas con los que nos han minado durante lustros. Si sintiésemos esta carrera con un puntito más lúdico, menos trascendente, quizás lograríamos desarrollar nuestras verdaderas capacidades, todo ese potencial que en verdad sabemos que poseemos pero que, por miedo, siempre por miedo, no hacemos más que ocultar y frenar.
Me encanta esta mujer. La adoro. Y ahora mucho más.


4 comentarios:

  1. Estoy leyendo su blog y la verdad es que me ha parecido muy interesante y reconfortante en muchos casos.
    A raiz de este video me surgen algunas cuestiones personales que ud como concertista versado podrá aconsejarme.
    Terminé mis estudios superiores hace bastante tiempo, he realizado algunos concursos , intento realizar recitales todos los años pero aun asi no termino de quitarme esa sensacion de irrealidad cada vez que toco en publico y sobre todo un pavor por los posibles fallos de memoria que me bloquea a la hora de tocar y a la hora de aceptar propuestas de concierto.
    Ahora me han ofrecido tocar un concierto de solista con una orquesta ( es la primera vez) en lugar de ser una satisfaccion para mi esta siendo una presion enorme sobre todo el miedo a quedarme en blanco.
    Mis cuestiones son:
    Como considera ud el hecho de tocar con partitura? Es realmente algo que minusvalora la tarea?
    Como puedo tener un mayor control mental sobre lo memorizado sin echar a perder las horas de trabajo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra leer que el blog resulta reconfortante, es fantástico.
      No sé si llevas leídas muchas entradas, que ya van 248, porque todo esto que te ronda la cabeza es el pan nuestro de cada día. No paro de repetir que es un asunto de confianza que hay que construir sólidamente desde el principio y parece que no se le tiene en cuenta hasta que es demasiado tarde.
      Lo primero que quiero decirte es que cada concierto por delante debe ser una alegría por muy grande que sea el reto. No hacemos otra cosa que estudiar así que estamos preparados de sobra. De la memoria qué voy a decir. Todos tenemos esa losa que sólo se quita confiando y no retrocediendo. Si conociésemos el poder de la mente no pensaríamos en nada de esto. Puedes leer la entrada que dediqué a este tema e igual sacas algo en claro
      (http://serconcertistadepiano.blogspot.com.es/2012/02/la-memoria.html).
      Cada vez va siendo más frecuente que grandes pianistas toquen con partitura y no pasa nada. A ver si nos enteramos de que lo importante es la música, algo que siempre estuvo claro para los demás instrumentistas.
      No quiero extenderme más. Sólo puedo decirte que la partitura nunca va a minusvalorar el concierto y que no debe ser ni siquiera tema de conversación. La sacas y punto. Poco a poco te darás cuenta de que será una guía cómoda en determinados pasajes y que ni la vas a mirar en un porcentaje muy alto de compases.
      Si quitas presión todo irá mejor y eso, dado que no te ha sido inculcado, es cuestión de trabajarlo restando importancia a todo lo que es secundario. Así, esas horas de trabajo siempre darán su mejor fruto.
      Si tienes más preguntas no dudes en escribir, algo que te agradezco que hayas hecho.
      Mucho ánimo. Mi más cordial saludo, Alberto.
      P.S.: Y que no me entere que rechazas el concierto con orquesta o que no lo disfrutas.

      Eliminar
    2. Muchas gracias por la respuesta . Aunque parezca una tonteria supone un aliciente para seguir con esto. Seguire atento este blog. Felicidades me parece interesantisimo.

      Eliminar
    3. Para 'seguir con esto' hay que empeñarse mucho en cultivar las ilusiones y luchar con todas las fuerzas contra tantos temores. Es nuestra vida, la que elegimos, y nada ni nadie nos la debe enturbiar.
      Gracias de nuevo por escribir.
      Alberto.

      Eliminar